domingo, 10 de agosto de 2014

08-08-2014 Bendiciones y milagros

Su inocencia nos llevó a ejercer mayor fe y una bendición de salud produjo un milagro.




08-08-14
Hace un par de días nuestro pequeño y único hijo de un año 5 meses comenzó a tener un leve resfriado que lo tenía con mucha secreción nasal, en el médico le mandaron antigripal y que siguiéramos  haciéndole aseo nasal como lo veníamos haciendo.

Anoche a pesar de haberle dado el antigripal nuestro hijo no pudo dormir bien porque debido a que no podía respirar y aún cuando le ponía la solución y le limpiaba su nariz seguía muy congestionado.

Hoy por la mañana mi esposo debía irse temprano pues era se graduaba de la universidad, pero antes de salir le pedí que por favor le diera una bendición de salud a nuestro pequeño bebé y aún cuando se le hacía tarde  para irse se dio.

Cuando estábamos de regreso del acto de grado veníamos de regreso en el auto de mi suegro y noto que nuestro hijo tenía algo que salía de su nariz, sentí sacarlo con mis propias manos para que no se le devolviera y al halarlo me sorprendió lo grande que era, estaba muy verde y con mal olor, lo evalué y me di cuenta que era un trozo de cartón.

No sabemos en que momento nuestro bebé introdujo eso en su nariz, quizás la alergia tan fuerte que tenía fue por ese trozo de cartón, nuestro hijo pudo haber estado en un peligro mayo si eso hubiera continuado unos días más sin darnos cuenta, la infección habría sido muy grande.

(minutos después de sacarle el cartón de su pequeña nariz, celebrando en familia la titulación de mi esposo) 
Conversando con mi esposo no tuvimos dudas que lo que produjo este milagro fue la bendición de salud de la mañana, mi esposó pronunció que sus vías respiratorias fueran despejadas y así fue, no había manera de que algo tan grande saliera tan fácil pero Dios lo hizo.  Cuando Cristo estuvo en las Américas dijo ¿Tenéis enfermos entre vosotros? Traedlos aquí. ¿Tenéis cojos, o ciegos, o lisiados, o mutilados, o leprosos, o atrofiados, o sordos, o quienes estén afligidos de manera alguna? Traedlos aquí y yo los sanaré, porque tengo compasión de vosotros; mis entrañas rebosan de misericordia.” 3 Nefi 17:7 Sé que  fue por las entrañables misericordia de Dios y su poder que nuestro hijo fue sanado y librado de algo peor, él conoce a nuestros hijos más que nosotros, pero como Padres debemos ejercer Fe en Él de manera activa, solicitar su ayuda y confiar en que velará por nuestros pequeñitos.

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